2025 - Ya generaste tu Planeación Estratégica?... Te decimos cómo
Como distinguir si sólo hacemos un ritual inútil, o realmente hacemos un ejercicio estratégico transformador
Ya estamos en el tercer trimestre, los tambores llaman a preparar todo para hacer el ritual anual de la planeación estratégica, muchos dicen “es como hacer el ritual de la danza de la lluvia”, pues no tiene efecto alguno en los resultados, lloverá o no lloverá, sin importar si danzas o no… ¿Por qué podríamos tener esta idea?
Cuando el ejercicio se detiene en las clásicas gráficas o cuadros SWOT, PESTEL, y otra buena cantidad de clásicos de la planeación estratégica, pero no conectan con los OBJETIVOS del equipo, el ejercicio es estéril, en efecto no ha tenido impacto alguno en la agenda de la empresa y las cosas seguirán en su curso natural con pequeños incrementos (o decrementos) según dicte la tendencia del mercado.
Si los procesos de planeación estratégica no se ligan a las actividades que se realizarán durante el siguiente ciclo (generalmente anual), efectivamente estás haciendo sólo “la danza de la lluvia”, en contraste, cuando después de identificar cuales son las prioridades a cubrir, saber cómo aprovechar las fortalezas y ventajas competitivas de la empresa para luego defender o solventar las debilidades y amenazas que pudiera enfrentar mediante planes de solvencia o mitigación de riesgos, Y SE CONECTA CON EL PLANTEAMIENTO DE objetivos y acciones clave a la luz de este conocimiento, entonces sí es un ejercicio estratégico de alto impacto
Es decir, una planeación estratégica por la que uno estaría dispuesto a pagar tendría las siguientes características:
1.- Parte de una situación real tanto interna de la empresa, como del entorno, además de permitir que todos los participantes en la ejecución entiendan claramente cual es esta posición.
2.- Tiene un destino deseado sobre la posición de la empresa en el entorno actual, y contempla que hacer en caso de que el entorno cambie (tanto favorable como desfavorablemente)
3.- Se traza un camino para llegar al destino desde la situación real, distribuyendo las tareas en el equipo de forma que entonces se sepa que le toca hacer a cada quien, y con esto…
4.- Aterriza en objetivos personales específicos, es decir, llegamos a objetivos SMART planteando:
QUE se va hacer,
QUIEN lo va a hacer
CUANDO se va a hacer
CUANTO se espera de esta acción, ahora idealmente estos objetivos tienen dos tipos de resultado esperado, el incondicional, que depende enteramente del responsable, y el condicional, que depende de que se presenten ciertas condiciones en el entorno.
5.- Contempla la posibilidad de que el entorno cambie, y por tanto no solo los resultados condicionales cambien (como se comentó en el punto anterior), sino también se puedan ajustar los recursos disponibles tanto para defender la utilidad en casos adversos, como disparar el crecimiento y aprovechamiento de entornos favorables.
6.- Ensambla los resultados individuales en un árbol de objetivos colectivo, que permite saber si el equipo en su conjunto está funcionando de manera armónica y que cada parte está en sincronía con el resto del equipo.
7.- Este ensamble final, debe permitirnos confirmar que hemos llegado al destino que se planteaba en el punto 2, para que de esa forma sepamos que lo que se ha trabajado, realmente nos llevó al destino esperado, o al menos, en la dirección que buscamos. Este punto es el que permitirá también realizar los aprendizajes clave que nos permitan hacer un mejor ejercicio en el ciclo siguiente, consolidando las lecciones de lo que salió bien, y de lo que pudo salir mejor.
Si tu ejercicio de planeación estratégica termina el día que termina el “evento”, y no tiene conexión ni revisiones y no invita al acompañamiento de los líderes a sus equipos durante el resto del ciclo, muy probablemente sólo estás haciendo la danza de la lluvia.
Si en contraste, se realizan revisiones frecuentes del avance sobre los planes, y los líderes identifican cuando deben apoyar y acompañar a sus equipos para elevar sus capacidades y lograr los cambios estructurales que se han planteado para cambiar la posición competitiva de la empresa, sin duda estarás esperando con gusto el momento para recalibrar la brújula y poner los siguientes puntos de recorrido en el mapa.
Cuidado, estas revisiones no son solo reuniones para confirmar que estamos obteniendo los resultados esperados, por ejemplo, el nivel de ventas, sino si estamos en verdad transformando las capacidades del equipo, procesos y tecnología que nos permitirán poder acceder a mejores niveles de resultados en el mediano y largo plazo
5 preguntas para pensar:
1. ¿Ya tienes planeado tu ejercicio de planeación estratégica para el 2024?
2. ¿Sabes quien va a participar en él?
3. ¿Sabes qué apoyos requieres?
4. ¿Revisas frecuentemente el avance sobre los objetivos planteados y calibras las acciones requeridas?
5. ¿Está en tu agenda el acompañamiento como líder a este ejercicio anual?
El reto:
1.- Si después de todas las veces que has realizado planeación estratégica, ves que faltó algo importante en este artículo, por favor, agrega un comentario e inscríbete en nuestra comunidad.
2.- Has intentado hacer un ejercicio de planeación estratégica y no te ha salido? Compártenos por qué.
*Elaborado el 1/Agosto/2023 por Juan Arton. © Growth Consulting Solutions 2023